domingo, 18 de junio de 2017

Analizando: Saga Darksiders



Como jugador, al pasar los años, uno se da cuenta de que juegos fueron capaces de dejar una huella en tu memoria y ese “algo más”. Uno de los juegos que consiguió eso conmigo fue Soul Reaver (1999), del cual guardo un gran recuerdo como el bajarme a la calle con mis amigos para hablarle de la nueva magia que había encontrado e irnos a casa de uno de ellos para encontrarla de nuevo. Deambular por Nosgoth y encontrar la última ciudad de los humanos, ir adquiriendo los poderes de tus hermanos y poder acceder a nuevas zonas fue una de mis primeras y más gratificantes experiencias como jugador. Pasaron los años, se cerró la historia de Kain y Raziel con Soul Reaver Defiance (2003) y la saga cayó en el olvido.

No fue hasta la salida de Darksiders que sentí que un juego recuperó el espíritu de la saga, para coger su fórmula, adaptarla a los tiempos modernos y firmar uno de los mejores juegos de acción y aventuras que hayan pasado por mi mano.

DARKSIDERS (2010)


El primer juego de la saga Darksiders nos puso en el papel de Guerra, uno de los jinetes del apocalipsis. Guerra es acusado de ser el responsable de desatar el Armagedón antes de tiempo y destruir toda vida humana de la tierra. Sin embargo, Guerra defiende firmemente su inocencia y le es dada una oportunidad de redención: volver a la tierra y acabar con todo ser que estuvo implicado en el apocalipsis desatado. 

Con este primer Darksiders, se nos revela un nuevo universo lleno de referencias bíblicas, donde ángeles y demonios persiguen sus propios intereses en un planeta destrozado. Y esto lo hace con un estilo grafico y unos diseños que entran por los ojos nada más verlos. El diseño de personajes esta cuidado al máximo, con miles de detalles que ponen de manifiesto el buen hacer del dibujante Joe Madureira. Los escenarios mezclan a la perfección una ambientación postapocalíptica con el elemento fantástico, y otorgan al juego de una personalidad muy fuerte que pocos son capaces de conseguir.

Pero sin duda, es en el apartado jugable donde Darksiders se gana el título de obra maestra. Sin inventar nada nuevo, sabe coger los elementos más destacables de sagas como God of War, The Legend of Zelda y el ya mencionado Soul Reaver, y hacerlos propios. Cuando nos enfrentamos ante los enemigos, el juego se convierte en un hack & slash con un gran sistema de combos, esquivas y bloqueos que te permiten incluso sentir lo poderoso que es Guerra. Guerra es un tanque capaz de infligir gran cantidad de daño, de lanzar a sus enemigos por los aires para luego rematarlos contra el suelo, y lo hace todo de manera muy fluida y divertida. 

Cuando entramos en las diferentes mazmorras, con sus diferentes puzles y sus diferentes ítems es cuando el juego muestra su lado más Zelda. Los puzles son sin duda de los mejores que me he encontrado, lo suficientemente complicados para que te pares a pensar tu siguiente paso, y lo suficientemente lógicos para que se seas capaz de resolverlos sin complicaciones excesivas. La satisfacción que produce el avanzar por las mazmorras de este juego es maravillosa. También tenemos elementos de backtracking, ya que los ítems que conseguimos en las mazmorras (los típicos, como un gancho, un bumerang y una fantástica pistola de portales) nos abren nuevos caminos en zonas anteriores, donde conseguir nuevos objetos para ayudarnos a avanzar en nuestra aventura.

El único aspecto negativo que encuentro en este juego es la cámara, muy molesta (al menos en la versión de PC) y que a veces te deja vendido. Todo lo demás es excelente, un juego que cualquier jugador que disfrute de las buenas aventuras debe jugar y descubrir por sí mismo.

DARKSIDERS 2 (2012)


Y llegó el segundo jinete del apocalipsis, Muerte, con la difícil papeleta de mejorar un juego tan increíble como el protagonizado por Guerra. Y aunque no lo consigue, se queda muy cerca.

En esta segunda parte, Muerte emprende un viaje para devolver a la vida a toda la humanidad y así conseguir borrar el supuesto crimen de su hermano Guerra. Esto nos llevara por un largo camino durante el cual conoceremos el origen de los jinetes y entenderemos mucho mejor el universo de Darksiders.

Como buena segunda parte, este juego sigue la máxima de “más y mejor”. Ahora se desarrolla como un juego de mundo abierto, donde cabalgaremos por escenarios enormes, tendremos misiones secundarias y muchos secretos. También añade elementos rpg a la formula, con un Muerte capaz de subir de nivel, adquirir habilidades y conseguir equipo nuevo.

El diseño artístico de la obra vuelve a ser excelente, con una mayor variedad de escenarios, unos personajes muy bien diseñados y llenos de detalle y un diseño de mazmorras a la altura del original.
En lo jugable, Darksiders 2 sigue al pie de la letra lo ya establecido en la primera entrega, y añade más cosas para hacer al juego más variado y dinámico si cabe. Al toque rpg anteriormente mencionado, se le suman fases de plataformeo al más puro estilo Prince of Persia. El sistema de combate cambia ligeramente, olvidándose de los bloqueos y centrándose en las esquivas, y es que Muerte destaca por su agilidad. Los combates ahora son mucho más rápidos y consiguen que no tengas esa sensación de “esto ya lo he visto”. La cámara ahora funciona a la perfección, es muy cómoda y se nota la gran mejora con respecto al primero.

Lo único criticable de esta increíble segunda parte son los dlcs. Como jugador y consumidor habitual de videojuegos, el dlc me parece, junto con el online de pago, una de las prácticas más detestables de la actualidad en el mundo del videojuego. Sin embargo, reconozco que un buen dlc puede añadir mucho a la experiencia jugable, como los dlcs de The Witcher 3, que tienen más contenido que muchos de los denominados “triple A”. Pero los dlcs de Darksiders 2 no están hechos con otro propósito de sacar todo el dinero posible al fan, con un esfuerzo nulo por hacer contenido mínimamente bueno. Los dos primeros dlcs, llamados “La tumba de Argul” y la “Forja Abisal” parecen niveles que no pasaron el mínimo de calidad para estar en el juego final, y sin retocarlos lo mas mínimo, te los venden a 10 euros cada uno. Escenarios reciclados, enemigos reciclados, duración ridícula, problemas técnicos como que se cuelgue el juego, y una nula aportación a la historia te hacen pensar si era de verdad necesario sacar este contenido y encima de pago. La cosa mejora un poco en el tercer dlc “El jefe demonio Belial”, pero dura menos de 40 minutos. Una vergüenza… y además, como si quisieran reírse del incauto jugador que ha pago por este despropósito, para acceder a los dlcs hay que hacerlo desde el menú principal del juego, en una pestaña que se llama “Campañas adicionales”. Llamar “campaña” a una mazmorra de 40 minutos me parece insultante.

Pero obviando el tema de los innecesarios y aburridos dlcs, Darksiders 2 en un gran juego de aventuras y acción y encantara a todos los fans del género y que deberían jugar sin ninguna duda.

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