miércoles, 20 de diciembre de 2017

Analizando: Saga "Star Wars: El Poder de la Fuerza"





Desde que de niño vi en el cine “Star Wars: Episodio 1 - La Amenaza Fantasma”, mi gusto por la saga no dejo de crecer. Juguetes, videojuegos, libros…me valía todo lo que tuviera escrito “Star Wars” por algún lado. Recuerdo con mucho cariño el juego de PSX de este Episodio I, el cual me pasaba una y otra vez  y la rabia que me daba no poder jugar al “Star Wars Racer” de Nintendo 64. Las innumerables campañas que me hice en jugando a Star Wars Battlefront II en PSP, el descubrimiento de la saga “Star Wars: Knights Of The Old Republic” y la saga “Jedi Knight”...para mí, el nombre de Star Wars siempre ha estado atado al de los videojuegos.

Con motivo del estreno de “Star Wars: Episodio 8 – Los Últimos Jedi” (que personalmente, me ha encantado) decidí echar un poco de leña al “hype” jugando a las dos entregas de “Star Wars: El poder de la Fuerza”. Y la verdad, la decepción no pudo haber sido mayor.

Star Wars: El Poder de la Fuerza.

Si se mira desde fuera, “El Poder de la Fuerza” tiene todos los ingredientes para atraer al fan de Star Wars. Un hack and slash en el cual manejamos a Starkiller, el aprendiz secreto de Darth Vader, usando los poderes de la fuerza para acabar con cientos de enemigos es muy tentador. Nada puede salir mal con una premisa como esa…o al menos eso pensaba yo.

 La historia se sitúa entre los episodios 3 y 4 con el ya mencionado Starkiller cazando a los Jedi que consiguieron escapar de la orden 66. Además se nos mostraran los origines de la Alianza Rebelde, al menos hasta que Disney comprara Lucasfilms y mandara al Universo Extendido más allá del Borde Exterior. Sin entrar en spoilers, la historia es lo mejor de este juego, respetando el canon principal y expandiendo este de manera acertada. Pero esto es un videojuego, y entre cinemática y cinemática tendremos que hacer algo…y aquí es donde las cosas empiezan a fallar.

El enemigo en casa.

El principal enemigo que tiene este juego es, sin duda, la saga “Jedi Knight” (la cual aprovecho para recomendar a todos, especialmente a los fans de Star Wars). “El Poder de la Fuerza” tenía el trabajo hecho, tan solo tenía que recoger el testigo de los “Jedi Knight” y mejorar el aspecto técnico. Pero en lugar de eso es un paso (o dos) atrás.


“El Poder de la Fuerza” nos lleva por un escaso número de escenarios (de hecho, repetiremos dos de ellos, Raxus I y Felucia) acabando con enemigos y resolviendo pequeñas partes de plataformas. Y esto lo hace con un control horrible y poco preciso. Jugar con teclado y ratón es una tortura, el peor control que he visto en años. Por suerte si usas un mando el juego puede llegar a ser jugable. “Jedi Knight” hacia esto de manera magistral, con un control tan bueno que te hacía sentir de verdad lo que sería ser un Jedi. Y lo hizo 10 años antes que “El Poder de la Fuerza”. Tan bien lo hizo que a día de hoy todavía hay gente jugando al multijugador.

Además, otro aspecto en el que falla este juego es al nivel de detalles fuera de las cinemáticas. Muchas veces tenía la sensación de que la espada laser de Starkiller era en realidad una de esas espadas con leds que venden en las jugueterías, porque más que sentir que “cortas” sientes que estas “golpeando”. Los enemigos tienen barra de vida, y da igual que de un tajo pases tu espada por su torso de punta a punta, que le quitara X cantidad de vida y seguirá disparándote. Ese detalle a mi me ha sacado de la experiencia por completo, y más después de jugar a “Jedi Knight”, donde el enfrentarte a un enemigo con sable laser sabias que te dejaba una batalla rápida como el rayo y en la que el primero que cometiera un fallo acabaría mutilando.

Y encima han plagado el juego de QTE’s horribles y sosos, queriendo imitar a la saga “God of War” y fallando estrepitosamente.

El lado bugeado de la fuerza.

Si solo tuviéramos en cuenta la historia y el aspecto jugable de “El Poder de la Fuerza”, tendríamos un hack and slash genérico, que llamó la atención solo por tener escrito “Star Wars” en el titulo. Pero queda hablar de un aspecto de este juego que hace que una experiencia monótona se convierta en un suplicio. Y es el apartado técnico.

En lo técnico, este juego se cae a pedazos. Gráficamente es correcto para ser un juego de 2008, aunque algunas animaciones faciales son horribles. Pero eso se puede entender…lo que no puedo entender es que tenga caídas de frames aun cuando supero en muchísimo las especificaciones técnicas que requiere el juego. El juego tiene ralentizaciones constantes y no solo cuando hay muchos enemigos en pantalla. Además en 4 ocasiones se ha colgado y me ha echado al escritorio. Todo esto rebozado con miles de bugs, de los cuales mis favoritos han sido: enemigos que se vuelven invencibles, caídas súbitas a la nada, caer por el borde del escenario y no morir, enemigos que salen disparados a los cielos porque si (las físicas de este juego son dignas de la más absoluta arcada) y efectos de sonidos y banda sonora que desaparecen (en mi segunda visita a Raxus I no pude disfrutar de la banda sonora).



Y lo más sangrante de todo es que la edición que yo jugué es la llamada “Ultimate Sith Edition” en la que en lugar de aprovechar y terminar el juego de una maldita vez, te meten tres niveles cargados de fanservice barato que arrastran los mismos y numerosos problemas que el juego original.

Pero todavía queda lo peor. Y es que tuvieron el valor de sacar una segunda parte.

Star Wars: El Poder de la Fuerza 2.


Lo mejor que tiene esta segunda entrega es que te hace ver que la primera, en el fondo, es un juego que puede ser disfrutable. Consigue mejorar levemente algunos de los aspectos en los que el primero fallaba…pero hace muy mal aquello que el primero bordaba. 

Empecemos por la historia, totalmente innecesaria. El primer juego dejaba toda la historia bien atada…pero algo tenían que hacer para sacar el dinero de las carteras de los fans. A sí que se sacaron una historia de allí donde la espalda pierde su casto nombre y listo. Así, de un plumazo se cargan lo poco salvable que tenía el primer juego.


Al menos el gameplay se ha mejorado. Controlar a Starkiller está algo más pulido en este juego, todo funciona un poco mejor. Y por fin la espada si parece una espada laser, los enemigos no tienen barra de vida y les saltaran disparadas las extremidades conforme superemos sus defensas. Esto hace que sea más agradable jugar…al menos durante las 4 horas que dura el juego.

El DLC que quería ser juego completo.

4 horas es lo que me ha durado “El Poder de la Fuerza 2”. Cuando parece que va a empezar lo bueno, ya se acaba. 5 niveles, y el primero y el ultimo son en el mismo planeta (Kamino). Lo mejor del juego, la pelea contra el Borog (uno de los 3 jefes a los que haremos frente) supone literalmente el 25% del juego. Podrían haber sacado el juego como un dlc del primero sin ningún tipo de problema, pero sacar este despropósito a precio de juego completo me parece de tener más cara que espalda.

Y en esas 4 horas, el juego se me colgó y echo al escritorio 5 veces. No tiene las ralentizaciones del primero, pero sigue rompiéndose que da gusto verlo.


Para poner la guinda al pastel, el juego acaba (no creo que nadie se sorprenda) con un enfrentamiento entre Starkiller y Darth Vader. El peor enfrentamiento contra Darth Vader que he experimentado en un videojuego. Ya tienes que hacer las cosas mal para coger a uno de los villanos más conocidos de la cultura popular y hacerlo sentir un muñeco de trapo sin poder alguno.

En resumen: no juguéis a ninguno de los juegos de “El Poder de la Fuerza”, ni con el ordenador de otro. Si queréis juegos de Star Wars hay muchas opciones mejores, si queréis un hack and slash hay miles de opciones infinitamente mejores. Y si aun así queréis probar esta saga, quedaos con el primero, al menos hay algunos momentos de diversión en ese. Pero el segundo…ha sido, con muchísima diferencia, lo peor a lo que he jugado este año.

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